sábado, 6 de febrero de 2016

DOS CABALLOS DE LOS CONDES DE LAS ALMENAS



El primero, que aparece en la ilustración, perteneció a don José María de Palacio, conde de las Almenas. Se llamaba Castellano era de raza andaluza, tordo y con "once dedos sobre la marca". Lo destinaron a las caballerizas reales para su uso como montura y tiro. Esta condición de caballo palaciego y de casa grande le costó ser subastado cuando llegó la I República. Otro caballo memorable fue Impresor, adquirido por don Francisco Javier de Palacio, también conde de las Almenas e hijo del anterior. La caballería tenía seis años, procedía de la ganadería de los Guerrero, de Jerez, y medía doce dedos de altura. Ganó dos menciones honoríficas, en 1880 y 1881, en exposiciones de ganados en Sevilla además del premio extraordinario en la celebrada en Madrid, también en 1881. Don Francisco Javier de Palacio, muy preocupado por los asuntos agropecuarios, pensaba emplear al caballo como semental. Por las alabanzas que le prodigó la prensa especialiada, debió de ser un ejemplar de categoría y valor.


2 comentarios:

  1. A saber donde acabaría sus días el pobre "Castellano"acostumbrado como estaba a las caballerizas reales. Tuvo que ser muy duro ser subastado por orden de los republicanos.
    Saludos D. Angel

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  2. Pues sí que sería interesante saber qué fue de él. Del conde de las Almenas espero escribir en más de una ocasión.

    Gracias, doña Ambar.

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